¿Cuánto vales tu? ¿Cuánto valgo yo? ¿Cuánto vale una persona?

Hace un tiempo propuse un juego en facebook sobre una fórmula que considero importante. No soy muy buena en química, la verdad, quizá por eso se me da tan mal la repostería. Sin embargo, esta fórmula la entiendo a la perfección:


Si eres de los que aun no la conoce lee este artículo hasta el final y sabrás cuál es el valor de las personas, el tuyo, el mio y el porqué.

En el mundo que vivimos todos sabemos que la gente vale por como es, no por lo que es. Sin embargo, no siempre lo tenemos en cuenta y a veces nos olvidamos de cultivar esa faceta: Nuestra forma de ser.

Y es que hoy por hoy "don dinero" es un poderoso caballero, (aunque no sea algo nuevo, ya lo decía el arcipreste de Hita) y nos ha calado hondo porque sin él no podemos mantener nuestras primeras necesidades.
Aunque a veces esas "primeras necesidades" no son tan primarias, y engordamos esa lista con cosas de las que podríamos prescindir. Es mas importante pasar tiempo en familia y con amigos que haciendo oro.

Los micro créditos son una prueba de que hemos perdido el norte. Hacemos horas extra en el trabajo para pagar el crédito que pedimos para ir de vacaciones (por supuesto no todos, pero se hace).
Cuando yo era pequeña las vacaciones se pagaban con lo que nos había sobrado al final del invierno. En mi casa se ahorraba para ir de vacaciones a la playa de valencia. Y no se iba a ninguna parte si no había sobrado. La máxima de mi padre hoy resuena en mi cabeza como el modo inteligente de no pillarme los dedos: "de donde no hay, no se puede sacar". Si en ningún mes del año nos ha sobrado como para ahorrar los 6000€ para ir al caribe de vacaciones, qué me hace pensar que el año próximo tendré sobrante para pagar la parte de un crédito. Cuando yo era niña no existían esos mini créditos, porque no tenían mercado, es decir, a nadie le interesaba un crédito para pagar un viaje de placer, nos conformábamos con ir a la casa del pueblo y ver a la familia.


Quiere decir esto que nos hemos vuelto locos con el tiempo, no, solo que nos hemos cansado de no disfrutar de nuestros sueños. Como dice el anuncio de la lotería "No tenemos sueños baratos". Y ese es el mayor problema. ¿Por qué no tenemos sueños baratos? porque ya no disfrutamos de los pequeños placeres. Hemos cambiado nuestro orden de prioridades, ahora lo primero de nuestra lista es el YO y lo segundo...también. Y así es como nuestra forma de ser se ha empobrecido o ha dejado de importar ser de una u otra manera.
Creer que pasar tiempo con los que queremos es importante no lo dudamos ninguno, pero está muy por debajo de otras "nuevas prioridades", hay que parar y organizar esa lista de nuevo.
Es normal que queramos ser mas, tener mas, somos personas y las emociones nos pueden...Pero debemos esforzarnos por recuperar la libertad de emocionarnos con lo pequeño, de volver a ver las cosas un poco mas como las ven los niños.
El gusto de estar con los nuestros, familia, amigos...¡¡incluso vecinos!!

¿Pero que narices es esa fórmula mágica que aparece arriba?

Es la forma que tiene Victor Küppers de explicar el valor de las personas. Ya no recuerdo cómo llegó a mi el vídeo de una de sus conferencias, pero si recuerdo haberme reído mucho, y haberme acordado mucho de mi padre (no del suyo).

El valor de una persona es igual a conocimientos mas habilidad (experiencia) multiplicado por la actitud pero mejor se lo oís a él y os reís un rato:


¿Que porqué os cuento esto? Esto es lo que hace un buen animador, hacer feliz a los demás. Esa es la razón por la que siempre me he sentido fuera de lugar, y es que hay mucha gente que prefiere que te amargues con ellos (no por ellos, ojo) les gusta que te sientas mal por lo que a ellos les hace sentir mal. Cuando te cuentan su problema no quieren que les des soluciones, ni esperanzas, esperan que te deprimas igual que ellos y no entienden que tu no seas así.
Por eso me encanta el trabajo de animador, es hacer feliz a la gente con un carnet para que todos lo entiendan.
Es enseñar que la felicidad nos rodea, y solo tenemos que querer verla y dejarnos llevar.
Y la mejor forma que he visto de hacerlo es dar ejemplo.
Cuando trabajaba en animación turística tuve muchos compañeros. Unos, profesionales como la copa de un pino, con mucho conocimiento y experiencia, que le amargaban la vida a todos. Y otros que no tenían ni idea de lo que era ese trabajo, pero que le echaban muchas ganas y lo disfrutaban mogollón haciendo que todos lo disfrutaran también. Era una suerte tener ambas cosas en el mismo compañero!!!.
Lo mas importante de todo es trabajar nuestra forma de ser, es verdad que los conocimientos y la experiencia cuentan, pero no nos van a hacer felices, sin embargo tener una forma de ser alegre ayuda mas. Seguro que habéis oído eso de que una sonrisa llama a otra, pues es verdad. ¿Qué tal si hacemos la prueba? cuando salgas a la calle sonríe al primero que pase, mírale a la cara y esboza tu mejor sonrisa, la espontanea, la natural, la de buena persona. verás como te la devuelve. y lo mejor es que tu sales ganando, a la persona a la que sonríes le alegras el día, pero cuando tu sonríes te hace feliz a ti mismo... y si ademas te la devuelven te hacen feliz otra vez y entonces te das cuenta de que le has hecho feliz a alguien y eso es un subidón!!!
Pues eso, hacer la prueba y contármelo en facebook 😉.

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