Bingo gigante, juego para niños con el que practicar distancias y direcciones

Saber donde están la derecha y la izquierda no es tan sencillo cuando son pequeños, este tipo de pensamientos se conocen como "procesamiento visoespacial" y nuestro cerebro lo usa para todo, leer un mapa, entender gestos y muecas, aritmética,

lectoescritura... Empieza a diferenciarse a partir de los 7 años y hasta los 11 no está del todo establecido, pero incluso los adultos, a veces, nos confundimos.
Muchos de los aprendizajes de primaria lo usan, así que si queremos facilitarles la tarea no viene mal practicar jugando. Por eso hoy os traemos una actividad muy divertida y atrayente para ellos que sigue nuestras premisas: ser económica, sencilla y versátil. 

Los procesamientos visoespaciales se refieren a la relación de lo visual en el espacio y nuestro cerebro lo procesa desde el propio cuerpo. Los bebés, por tanto, aun no son capaces puesto que se ven como una alargamiento del cuerpo de los padres, no tienen consciencia de su propio cuerpo. Por esto es que se recomienda masajear y acariciar a nuestros retoños, para ayudar a que descubran donde empieza y termina su cuerpo y comiencen a tener consciencia de si mismos.

Es la relación que guardan entre sí los objetos, la distancias, cantidades... que capta nuestra vista.

En nuestros aprendizajes también afecta

Para sumar, restar y otras operaciones aritméticas nos piden colocar los números en la hoja, separar unidades, decenas, centenas...en columnas y sumar de derecha a izquierda.

Al leer y escribir lo hacemos de izquierda a derecha (según donde aprendas o que idioma uses, claro).

En dibujo hay que tener en cuenta el tamaño del papel y conservar proporciones.

En música al tocar un instrumento debemos usar la mano adecuada y saber colocar los dedos adecuadamente.

Al interpretar un mapa hay que saber identificar hacia qué dirección ir y cuanta distancia aproximada hay de un punto a otro.

Respecto a nuestra autonomía personal como ponerse los zapatos, atarlos...Para muchas cosas de nuestro día a día hay que ser capaces de diferenciar la derecha de la izquierda, pero es que los procesos visoespaciales no solo se encargan de la lateralidad, sino de muchas cosas que hacemos por inercia y no nos damos cuenta de la importancia que tiene. 

La incapacidad de realizar estos procesamientos es una de las características de algunos trastornos de aprendizaje, aunque ni es el único síntoma, ni la razón del problema. Si tenéis duda lo mejor es hablar con el pediatra y acudir a un especialista.

Nuestra versión del Bingo gigante en vivo

El bingo es un juego muy conocido, un cartón con 15 números y un bombo, con 90 bolas numeradas, que se cantan para marcarlas con fichas, rotulador, lentejas...

Las versiones se han multiplicado y ahora podemos jugar con imágenes, en vez de números, si jugamos con menores de 6 años. Con bolas de pingpong o tapones numerados, dentro del agua, en el bingo acuático o fuera y en carreras o relevos para que sea mas dinámico.

Podemos jugar en modo competitivo, o cooperativo, en el que completan un mismo cartón o resuelven una imagen o frase conocida (cada uno tiene las letras que forman una de las palabras). Así pueden obtener las letras de su cartón, y si no lo acaban, ponerlo en común con el resto para averiguar la palabra entre todos gracias a las letras que ya tienen, como en rescatando a Ariel. Solo hay en el bombo las letras necesarias para construir la frase y en los cartones individuales hay 15 letras, entre ellas y mezcladas, las que forman la palabra escondida que tiene ese cartón.

Después de provar algunos juegos gigantes, y viendo el efecto que causa en ellos jugar a algo de dimensiones mas grandes de lo normal, como las pompas grandes, el jenga, el 4 en raya o la sopa de letras, entre otros. Hemos buscado la forma de jugar al bingo en versión gigante y dinámica y este es el resultado.

Al jugar con Emma me di cuenta de que además sirve para practicar las direcciones, la lateralidad y los procesamientos visoepaciales y, como podéis imaginar, fortalecer los lazos de confianza.

Materiales

• Fundas de archivador
• Folios blancos (o recicla los que solo esten usados por una cara)
• Folios de colores (o ceras de colores) al menos 5 colores diferentes
• Tijeras y pegamento
• Cinta adhesiva (celo, cinta aislante, de pintor...)

Como jugar

Lo primero es crear el bombo y el cartón, como no se trata de un bingo normal no hay que usar el bombo y los cartones normales.

• Recortar o dibujar las imágenes, números, letras etc que queramos usar. Nosotras lo hicimos con simples figuras geométricas: cuadrado, círculo y triángulo. Con 5 colores de cada una salen bastantes, pero puedes hacer la cantidad que quieras.
• Pega cada una de estas en el folio blanco y guárdalas en la funda de archivador (1 hoja/funda)
• Prepara octavillas de papel, doblando por la mitad 3 veces un folio en blanco.
• Recorta por los pliegues y repite tantas veces como necesites para obtener unas tarjetas en las que pegar (o dibujar) la imagen, número o letra que vayáis a usar, las que metiste en las fundas, pero mas pequeñas.

Ya tenemos lo que necesitamos para jugar. Solo queda preparar el juego y comenzar.

• Sujeta cada funda de archivador en el suelo, con su hoja diseñada dentro, de modo que no se vuele o se mueva. Puedes colocarlas como quieras, todas seguidas, haciendo series, desordenadas, juntas o separadas... Pide que ellos te ayuden y acabaréis mas rápido, o no, pero estarán entretenidos mientras tanto. Esto será el cartón, "un cartón para gobernarlos a todos".
• Pon las tarjetas pequeñas que diseñaste boca abajo en un recipiente o contenedor. Hará las veces de bombo
• Coloca a los niños en parejas (o equipos, si son muchos) uno de ellos vendado de ojos, este será la lenteja o ficha con la que tapar el número (imagen, letra...) del cartón, pueden ir rotando para que todos hagan ambas tareas.

Y ya está, ahora remueve las tarjetas y saca una o, simplemente, voltea una tarjeta.

El compañero que no ve debe dejarse guiar por el otro para conseguir llegar a la funda que sea igual que la tarjeta.

Si jugamos en modo competitivo la primera pareja o equipo que logre 5 tarjetas canta línea y la primera que logre 15 canta bingo.

Si jugamos en modo cooperativo Entre todas las parejas deben lograr completar el cartón (15 tarjetas), ya en un tiempo limitado o sin tiempo.

Podréis añadir otras reglas, por ejemplo: para poner al que no ve en la funda de archivador correcta solo pueden dar indicaciones, no tocar al compañero, cuando logren llegar al destino deben cantar o gritar o bailar una consigna, como en el bingo Olé, en el que se grita ¡Oléee! al salir uno de tus números. Que comiencen a moverse desde una marca concreta, o las que se nos ocurra y creamos que funcionarán. ¿Y si jugamos sin decir la R? Así también te ries tu. 😆

Otros juegos

Como decíamos mas arriba, se trata de un material muy versátil, y vamos a contaros otros modos de utilizarlo.

Podemos pegar las fundas en la pared en vez de en el suelo o en los jugadores del otro equipo y tirar bolas de algodón con pintura como en el paintball casero.

Sacar dos tarjetas, empezar en una de ellas y acabar en la otra, como si fuera un recorrido.

Sacar 5 tarjetas por pareja y pedir que dirijan a su compañero hasta el otro lado de las fundas pasando por todas ellas. Incluso que lo hagan en un orden concreto.

El vendado, en vez de lenteja es robot, y jugamos a dirigirle tocando los dos hombros (ir a derecha o izquierda), la cabeza (parar) y la espalda (caminar). Este es muy útil para los menores de 7 años que aun no saben las indicaciones.

Podemos convertirlo en un juego de punteria y que lancen una ficha, bola o saquito a la figura que les tocó en suerte ahora deben lanzar un dado o levantar una carta de baraja y saltando las veces del número que les tocara pasar de hoja en hoja, pasar por donde este la bola, recogerla y cruzar al otro lado.

Estas son algunas ideas, pero seguro que se os ocurren muchas mas, Nosotros ya empezamos a montar un pequeño escape room con este material. Cuando lo tengamos os lo enseñaremos.

Lo que mas me gusta es que se puede jugar en gran grupo (es genial para cumples) o con grupo reducido, incluso ahora con tantas restricciones anticovid. Solo hay que cuidar que las vendas de los ojos no se compartan (salvo por hermanos) porque las distancias se respetan.