El "vamping" es el nombre que recibe la costumbre de no dormir suficiente por la noche por estar usando el movil. Se llama así porque los vampiros son los que están despiertos a esas horas en leyendas, novelas, películas y series de tv. En castellano seria "vampirear/vampireando" o hacer el vampiro. Se trata de un hábito perjudicial para las personas, que se suele dar en adolescentes. Un trastorno del sueño que puede acarrear problemas graves en la salud física y psicológica.
Con lo que me gusta la tecnología y lo beneficioso que es usarla adecuadamente, me da rabia que nos empeñamos en hacer todo lo contrario. Dejamos que nos domine un cacharro conectado a Internet hasta el punto de que cambie completamente nuestro ritmo de vida.
El móvil se ha convertido en una maquinita milagro, puedes hacer de todo con ella y, como puedes llevarlo contigo cómodamente, puedes hacer lo que sea en cualquier parte. Antes era muy común llevar un libro en el bolso (o un periódico/revista bajo el brazo) para entretenerte en los tiempos de espera, en el bus, médico...en el baño) Ahora llevamos el móvil porque es mas pequeño y todo un centro de entretenimiento o un despacho.
Quiere decir esto que la lectura ha sido relegada, la verdad es que no, porque otra cosa que puedes llevar contigo en el móvil es tu biblioteca personal. Incluso hay libros interactivos que atraen a los niños a leer.
La tecnología es una gran herramienta que facilita nuestra vida, pero nosotros estropeamos este beneficio con el uso que le damos. Necesitamos aprender a usarla, en la página "online" de este blog encontrarás algunos consejos, y hoy añadiré alguno para disfrutar de estos aparatos siendo conscientes del uso que hacemos, porque esta es la manera de poder corregirnos. Necesitamos esforzarnos para que no sea una razón por la que dejar de hablar, de leer, de pensar por nosotros mismos, para aislarnos...y por supuesto, para dormir mal y perjudicar nuestra salud.
La Oms nos da unas recomendaciones para el uso de estas tecnologías con menores de 6 años. y diferentes sitios en Internet hablan de prácticas que podemos usar para combatir el vamping en la adolescencia, aunque alguna de estas sean contrarias a mi estilo de crianza.
Siempre defenderé informar a los niños, hacerles conscientes (y responsables) de cómo usan ellos sus aparatos tecnológicos. Y, por supuesto, también recomiendo que los padres seamos ejemplo. No es una buena idea para la familia que los padres decidamos, unilateralmente, inclinarnos por una actuación tajante y radical. Seguro que parece que funciona, pero para nada, es solo que no vemos cuando los usan, ni sabemos para qué. No podremos ayudar, ni educar al respecto, si hace falta y en Internet todo vale, así que si hará falta.
El deporte y salir al aire libre ayudan a mejorar los hábitos |
Por eso he preparado un test que podemos hacer en casa para que todos, los hijos y los padres, seamos conscientes del uso que hacemos.
Cómo usar el test
Es muy sencillo, primero hay que leer los problemas de salud que nos puede acarrear un mal uso de las pantallas, a continuación descargar el test de drive, leed la introducción juntos y, durante una semana, tomad los datos sobre el uso que hacéis de la tecnología. También podéis acordar que otro miembro de la familia tome los datos que se piden de otro de vosotros para tener dos puntos de vista. Hay que ser sincero, no vale falsear las cifras, ni para bien, ni para mal.
Una vez que pase esta semana, en la que deberéis hacer un uso normal (el que hagáis siempre). Cada uno responde las preguntas que siguen a la introducción cotejando, cuando sea necesario, los datos recogidos. Entonces relee tus respuestas y serás consciente de lo que realmente haces, si te está perjudicando en el día a día, y cómo puedes mejorar.
El problema no es la tecnología, sino como la usamos, ya es hora de dejar de culpar a un ente que no tiene alma, ni voluntad, ni culpa alguna sobre lo que nosotros hacemos.
Hace poco, en España, se culpó a los aparatos tecnológicos del bajo nivel en lectura y comprensión lectora de los niños de primaria, que se dio en el último informe Pirls. Mientras en otros países de Europa tenían en cuenta la reciente pandemía como una de las mayores causas. Lo que me ha encendido esta semana es que, algunos psicólogos, pedagogos y neurólogos, culpan de nuevo a las maquinitas con pantallas de las carencias en lenguaje de niños de 3 a 5 años. Son niños que pasaron sus primeros años con un muy limitado encuentro social. Desde luego hay niños que no tienen este problema en su desarrollo y también estuvieron en la misma pandemia... Algo hay que les afecto hasta tal punto, quizá es la situación familiar, si un padre trabaja fuera y el otro, a la vez, hace tele trabajo ¿quién está por los peques cuando no se puede aceptar un extraño del grupo de convivencia? Cuando los dos padres se preocupan por cómo pagar facturas cuando han perdido su trabajo, y no hay paro. Quizá debamos ser conscientes de la situación que se vivió y dar por seguro que los niños se llevaron también su parte. Ahora es el momento de ayudar y fomentar ese lenguaje, proponer actividades para hacer en casa, en lugar de hacer saltar la alarma y buscar un culpable que no sean los padres porque nos da miedo la funa en redes sociales. Desde luego que los padres hicieron todo lo que pudieron, y no hay mas culpable que la situación de pandemia y ya.
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